Si tienes o crees que tienes una hernia inguinal y quieres aprender cómo poder seguir tu vida sin operarte… ¡has llegado al sitio correcto! No solo eso. Vas a aprender todo lo que necesitas saber acerca de tu dolencia. Vivir tu vida a pleno rendimiento con una hernia en tu ingle es posible. ¡Que nada ni nadie te pare! Y mucho menos una simple hernia inguinal. ¡Sigue viviendo con los consejos de este superartículo!
Se puede vivir perfectamente con una hernia inguinal. La clave es entender la dolencia que tenemos y, a partir de ahí enfocar el tratamiento que queremos seguir. Nosotros te damos las claves. Prepárate para conocer en profundidad a tu hernia inguinal para que no te amargue la existencia.
Contenidos
- Los 4 factores más importantes para vivir con hernia inguinal
- ¿Qué es una hernia inguinal y porqué se produce a lo largo de la vida en muchas personas?
- ¿Es muy común tener una hernia inguinal a lo largo de nuestra vida?
- ¿Cómo sé si tengo una herniación en mi ingle?
- ¿Se puede curar una herniación inguinal y vivir con ella sin operación?
- Entonces, ¿cómo se si tengo que operarme o seguir viviendo con mi hernia inguinal?
- Corregir una hernia inguinal sin cirugía para toda la vida
- Los mejores ejercicios para convivir y reducir una hernia en tu zona de la ingle
- Y si te quieres operar para no vivir con una hernia inguinal…¿Cuál es la mejor cirugía?
- ¿Puedo tener dolor después de haberme operado?
- ¿Qué tipo de malla se usa para la operación de las herniaciones inguinales?
- ¿Qué pasa si no te operas una hernia inguinal?
- Hormonas y vivir con hernias en la zona pélvica-inguinal
- Conclusión
Los 4 factores más importantes para vivir con hernia inguinal
Antes de seguir con el artículo quiero dejarte claro qué es lo que considero más importante para poder vivir cómodamente con una herniación (o varias) en la ingle. Si tuviera que resumirte solo 4 claves para poder vivir con tu hernia inguinal serían:
- Haz los ejercicios que puedes ver un poco más adelante dando mayor importancia al ejercicio de respiración. Puedes usar un cinturón para hernias inguinales si quieres al hacer el resto de ejercicios o incluso llevarlo en tu día a día, siempre que la hernia sea reducible.
- Aliméntate correctamente para no inflamar tus intestinos. Evita alimentos que te hagan hinchar, estreñir, etc
- Mantén siempre una buena postura (la inclinación anterior pélvica es mala para tu hernia inguinal y la mayoría de la gente con hernia inguinal tiene algún grado de esta afección)
- Ten siempre una actitud positiva y minimiza tu estrés soltando tus emociones negativas.
¿Qué es una hernia inguinal y porqué se produce a lo largo de la vida en muchas personas?
Se trata de un agujero en el interior de la pared abdominal cercana a la ingle por la que se sale grasa abdominal, intestinos y otros órganos. Puede verse como una protuberancia en la zona inguinal de tamaño variable. Es algo así como cuando se pincha una rueda del coche y por ese agujero «se sale» la cámara interna de la rueda. Al no ser una patología aguda normalmente (a menos que haya estrangulación), se puede vivir con una hernia inguinal mucho tiempo e incluso ni saber que se tiene.
Puede producirse sin tener causa clara que la justifique (no se logra relacionar con el suceso que la originó), por debilidad en la pared abdominal interna que aumenta con el paso de los años (degeneración del tejido) o por algún tipo de aumento de presión abdominal por distintas causas (toser, esfuerzos físicos repetitivos o que se salen de lo habitual, estreñimiento, aumento de peso, tos, embarazo, estornudos fuertes, etc).
Las hernias inguinales son más comunes en los hombres (hasta 8 veces más frecuentes) que en las mujeres. Esto es debido principalmente porque la zona donde se desarrolla la hernia es aquella destinada al descenso de los testículos (conducto inguinal) en las primeras etapas de la vida de un hombre. Muchas veces esa zona puede no cerrarse correctamente o quedar «débil» y dar lugar a una o dos hernias inguinales a lo largo del tiempo. Por eso a muchos hombres les vendría bien aprender a vivir con su hernia inguinal.
También son más comunes en población envejecida o en familias cuyos miembros ya han tenido alguna hernia inguinal.
¿Es muy común tener una hernia inguinal a lo largo de nuestra vida?
Mucho. De hecho, es la dolencia quirúrgica más diagnósticada en centros de atención primaria día tras día. Es más, muchas personas tienen hernias inguinales y ni si quiera lo saben. Viven con ellas tranquilamente y ni se enteran que la tienen hasta que un bulto en la zona de la ingle les hace sospechar.
Las reparación quirúrgicas de las hernias inguinales en todo el mundo superan los 20 millones al año. ¡Más de 50.000 operaciones de hernias inguinales cada día! Y a eso hay que sumar las personas que no son operadas y que posiblemente serían candidatos que se calculan que son unos 200 millones (especialmente comunes en países con menos recursos). O candidatos a convivir con la herniación inguinal de una mejor manera durante toda su vida.
Como puedes ver, no estás sol@ en esto.
¿Cómo sé si tengo una herniación en mi ingle?
Normalmente podrás observar una protuberancia cercana a tu ingle. Si observas un bulto en la zona pélvica, empieza a sospechar ya que las hernias inguinales son una de las causas más comunes de bultos en esta zona. A lo mejor llevas viviendo con una hernia inguinal mucho tiempo y ni si quiera te has dado cuenta hasta ahora.
Lo ideal sería que un médico cualificado te realizara un examen físico para confirmar que se trata de una hernia inguinal. Normalmente unas manos expertas podrán confirmar la hernia inguinal. Pero también es aconsejable usar algunas pruebas complementarías para su diagnóstico como la ecografía (principalmente), la resonancia o el TAC. Se usan casi siempre en pacientes con obesidades importantes, hernias de repetición, posibles hernias ocultas o diagnósticos dudosos. Son especialmente útiles para que el paciente descubra cuantas hernias tiene y solo tenga que pasar una vez por el quirófano para solventar todas ellas. Por eso, es mejor usarla siempre como método de cribado antes de someterse a una operación.
¿Se puede curar una herniación inguinal y vivir con ella sin operación?
En principio es un defecto anatómico y por sus propias características tiene que ser corregido de manera quirúrgica. Hay que devolver al intestino a su sitio y poner una malla para que no vuelva a salirse. Pero en nuestra experiencia muchas protuberancias no van a más o incluso pueden revertirse parcialmente si se hacen las cosas bien.
No siempre es fácil determinar si la operación en el momento del diagnóstico es la mejor solución para la hernia inguinal. Hay que tener en cuenta muchos aspectos. Nosotros te hablamos en base a estudios observacionales que se han hecho en pacientes operados/no operados (Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos). Tu decides si quieres vivir con tu hernia inguinal y cómo hacerlo de la mejor manera posible.
Dos posturas acerca de operarse o vivir con una hernia inguinal
La tradición quirúrgica solía decir que lo mejor es siempre operar este tipo de hernias ya que con el paso del tiempo se va agrandando y su reparación es más difícil. El hecho es que se suelen agrandar porque el tejido se va debilitando a medida que nos hacemos mayores, por regla general. No porque la hernia en sí tienda hacerse más grande por su propia naturaleza. También una protuberancia podría «volver» después de la operación (aunque no suele pasar).
Además se abogaba por decir que este tipo de hernias tenían una alta tasa de recurrencia si se dejaba pasar mucho tiempo desde que se descubrían hasta que se operaban. Esto no es algo que haya sido demostrado y las tasas de éxito entre la gente que se opera «de primeras» o deja esperar algo de tiempo son muy similares.
También se solía plantear el riesgo del estrangulamiento de la herniación inguinal como posibilidad si se hacía deporte. Esto podría derivar en una operación de urgencia. Tampoco es algo demasiado común si el ejercicio se adecua al indicado para personas que tienen hernia inguinal y es altamente personalizado. Eso sí, el estrangulamiento, a pesar de ser poco frecuente, sí reviste gravedad ya que se produce una interrupción de la circulación sanguínea. Pero es muy raro para la mayoría de hernias inguinales y normalmente se puede vivir con una hernia inguinal durante mucho tiempo.
En la actualidad existen las 2 tendencias: operar cuanto antes o vigilar el desarrollo de la hernia inguinal posponiendo la operación. Por ejemplo, la dra. Jonasson de la universidad de Illinois, el dr. Bell de la universidad de Yale o el dr. Flum de la universidad de Chicago abogan por la vigilancia si una hernia no da problemas ya que no aporta beneficios en hernias inguinales asintomáticas. En España, los doctores suelen recomendar la intervención como el doctor Moreno Egea.
Entonces, ¿cómo se si tengo que operarme o seguir viviendo con mi hernia inguinal?
Como muchos temas en medicina no hay una respuesta clara para esto. ¿Me opero o vivo con mi hernia inguinal una temporada más? Es algo que tienes que valorar tú.
Pero hay algunas cosas claras:
- Tienes que operarte si tu hernia está «atrapada»/»estrangulada» (el médico que te va a operar puede corroborarlo con un examen físico adecuado). Si notas que la zona de tu hernia cambia de color, es necesario que te vea un médico de manera urgente. También si tienes fiebre, nauseas, vómitos o incapacidad para defecar o eliminar tus gases y crees que puede estar relacionado con tu hernia inguinal.
- Tienes que operarte si te limita de manera muy acentuada tu vida o tienes dolor o ardor.
- Las hernias inguinales tienen que ser operadas en niños y bebés ya que el riesgo de «encarcelamiento» y «estrangulamiento» es mucho mayor que en los adultos.
Más factores a tener en cuenta
Si el contenido de tu hernia puede «empujarse» hacia adentro, el riesgo de atrapamiento de la hernia es menor. Es otro factor más a tener en cuenta para tomar la decisión. También si la hernia «desaparece» si estás tumbad@. En estos casos, es más probable que puedas vivir con tu hernia inguinal sin mayores problemas.
Si no tienes dolor o es mínimo puedes hablar con tu médico, esperar y vigilar tu hernia inguinal. «Si algo funciona bien, no lo arregles». Sobre todo si tienes alguna hernia pequeña. A veces se puede vivir toda la vida con una pequeña hernia que no empeora. Es clave seguir con tu vida sin obsesionarte con el tema. Si te afecta a nivel psicológico, lo mejor es que te operes porque es una intervención quirúrgica sencilla en manos de un especialista adecuado. Eso sí, es importante que busques profesionales de garantías para llevar a cabo la intervención. También que valores que después de la operación (aunque infrecuente) puede aparecer dolor en la zona de la ingle cuando antes no lo tenías.
Sé que no es una decisión fácil de tomar. Y que yo no soy radical en darte una solución. Porque creo que mi labor es exponerte toda la información para que tú tomes lo que mejor se adapta a tu caso. Sea cual sea será la mejor porque la habrás tomado tu teniendo en cuenta todos los factores que yo no puedo verte de manera individualizada.
Corregir una hernia inguinal sin cirugía para toda la vida
Aunque la reparación anatómica a través de la cirugía pudiera parecer imprescindible hay varias medidas que podemos tomar para «curar» una herniación inguinal sin cirugía. Ponemos entre comillas los de curar porque aunque no se arregle el defecto anatómico podemos conseguir que la hernia inguinal nos deje de molestar y podamos seguir haciendo nuestra vida. Y reducirla al mínimo. Muchas personas a lo largo de la historia han conseguido solucionar sus hernias haciendo las cosas bien (de ocupar el tamaño de 2 bolas de golf a simplemente ocupar el tamaño de un garbanzo) y yo te resumo todo en este artículo. Lo mejor que puedes hacer si tienes una hernia inguinal es:
– Mantener un peso adecuado intentando no acumular grasa especialmente en la zona abdominal
– Realizar ejercicio físico acorde a tus características personales. Luego te hablo de cuales son los mejores si tienes hernia inguinal.
– Dejar de fumar si es que lo haces. La tos puede agravar tu hernia inguinal.
– Realizar técnicas de respiración, visualización y meditación para minimizar tu estrés. ¿Porqué no te pasas por la sección Respira?
– No levantar objetos pesados y, si lo haces, usa tus piernas para doblarte, no tu cintura. También puedes usar un cinturón lumbar para proteger la zona.
Algunos médicos/fisioterapeutas especializados pueden usar técnicas de presión manual con niños para intentar reducir la protuberancia sin operación.
Algunos ejemplos de personas que han vivido perfectamente con hernia e incluso las han reducido
Uno de los lugares más importantes donde se curaron hernias inguinales fue el instituto Cluthe Rupture. Este instituto estaba dirigido por Chas Cluthe y sus hijos durante las primeras décadas del siglo XX. Se solucionaron miles de hernias inguinales y muchas otras fueron reducidas haciendo a los pacientes una vida más cómoda. Su libro más famoso fue Cluthe´s Advice to the Ruptured. Aunque no necesitas leerlo para vivir con tu hernia inguinal ya que todos sus conocimientos están en el artículo que estás leyendo ahora mismo.
Los mejores ejercicios para convivir y reducir una hernia en tu zona de la ingle
Hay una serie de ejercicios que son muy adecuados si tienes una hernia inguinal pero aún así no quieres estar parado y mejorar tu hernia inguinal… ¡incluso reducirla!Son ejercicios cuidadosamente seleccionados por el equipo de Verdisa para personas con hernias inguinales. Algunos de ellos datan incluso de 1916. Llevan arreglando la vida de muchos pacientes herniados más de un siglo. De todas formas siempre tienes que tener en cuenta la opinión de tu médico y tus propias sensaciones. Por eso no me gusta señalarte número de repeticiones adecuadas porque cada caso es un mundo. En nuestra experiencia, normalmente estos ejercicios pueden ayudar si se hacen unas 2-3 por semana (para darle tiempo a los músculos a recuperarse) con un rango de repeticiones de 8-12 cada uno. Lo mejor es ir poco a poco y fijándonos en las sensaciones individuales (esto es tan importante como los propios ejercicios).
Tienes que tener en cuenta que arreglar tu hernia te llevará tiempo y algo de esfuerzo. Si te embarcas en este barco de no pasar por el quirófano, hazlo de verdad. Si no estás dispuest@a hacer ningún esfuerzo, lo mejor es que convivas con ella o directamente pases por el quirófano. Pero si realmente quieres vivir mejor y solucionar los problemas que te está dando tu hernia de una forma natural, estos ejercicios que te muestro son claves. La mentalidad es muy importante para arreglar este problema. Si crees que puedes solucionarlo, podrás. Si tu cerebro sabe 100% que lo lograrás sin cirugía, no hay otra opción para él.
Estos ejercicios no tienen fecha de caducidad. Puedes hacerlos si quieres que tu herniación esté mejor toda tu vida. Son ideales para reforzar tu pared abdominal y prevenir futuras hernias. Pero puedes dejar de hacerlos si ves que tu hernia ya no supone un problema ya. Aunque lo ideal es siempre mantener un core-abdomen fuerte. También puedes hacerlos si vas a operarte para ayudar en tu posterior recuperación. Te puedo asegurar que estos ejercicios pueden hacer una gran diferencia en tu hernia inguinal. Mucha gente ha conseguido reducir sus hernias inguinales casi al completo.
Ejercicios que se hacen tumbad@ completamente y manteniendo el torso recto
- Lleva una rodilla a tu pecho mientras la otra pierna permanece estirada. Repite con la otra rodilla.
- Con las rodillas dobladas, coloca una almohada o cojín entre tus rodillas y presiona con ambas hacia el centro durante unos segundos ayudándote de la fuerza de tu abdomen.
- Haz puentes de pelvis. Estando tumbad@ dobla tus rodillas mientras tus pies tocan el suelo. Luego sube tu pelvis hacia el techo. Hazlo lentamente y apretando tus glúteos.
- Lleva ambas rodillas al pecho y luego estira ambas hacia la derecha como haciendo una L. Luego vuelve a llevarlas a tu pecho y posteriormente a la izquierda.
- Estira tus piernas sin que los tobillos toquen el suelo. Después, lleva tus rodillas al pecho haciendo círculos hacia el exterior mediante la apertura de tus rodillas.
- Estira tus piernas levantándolas del suelo. Súbelas estiradas hasta donde te sientas cómod@ formando una V.
- Manteniendo tus piernas juntas, dobla tus rodillas y haz círculos con ellas.
- Empieza con tus piernas estiradas en forma de V y súbelas hacia tu pecho hasta que las juntes.
- Empieza con tus piernas en posición vertical, estiradas y juntas. Manteniendo las piernas de esta manera en todo momento, haz círculos con ellas.
- Incorpora tu torso de manera recta mientras mantienes tus piernas estiradas haciendo fuerza con tus abdominales. Sino tienes suficiente fuerza puedes ayudarte de una cinta elástica atada a un soporte enfrente tuyo.
- El mismo ejercicio que antes pero girando el cuerpo cuando llegues arriba.
En este vídeo puedes la rutina completa para tu hernia inguinal por si lo entiendes mejor en formato visual. Aquí también puedes ver algunos que te he explicado más arriba.
Ejercicio respiración muy importante
- Hacer una inspiración llenando tu abdomen de aire. Después expira y contrae hacia dentro tu abdomen empujando todos los músculos del mismo hacia dentro. Mantén unos segundos. Como si «quisieras meter tus tripas hacia dentro». También activa el músculo que usas para retener tu orina y lo empujas hacia dentro. Este ejercicio es clave y seguramente el más importante para tu hernia inguinal. También puedes hacer este ejercicio estando tumbad@. Puedes verlo aquí.
- Una variación del ejercicio anterior es meter el abdomen bajo para adentro. Con esto trabajamos el músculo abdominal transversal que suele estar debilitado en personas con hernias inguinales. Es como intentar pegar el ombligo a la columna presionando hacia dentro. Es importante no arquear la pelvis y mantenerla recta para hacer trabajar solo el abdomen. Se puede hacer tumbado o de pie.
Los mejores ejercicios a nivel general para evitar demasiada presión en tu hernia inguinal
- Andar
- Respiración diafragmática
- Ejercicios suaves en el agua como nadar o hacer estiramientos
- Anda sobre las puntas de tus dedos
- Yoga. Algunos estiramientos son especialmente recomendables (1, 2, 3, 4, el último puede hacerse simplemente apoyando tus piernas en una pared haciendo una forma de L)
- Cualquier ejercicio que mejore (si tienes) tu inclinación pélvica anterior
- Estiramientos para ganar movilidad en tus caderas
Y si te quieres operar para no vivir con una hernia inguinal…¿Cuál es la mejor cirugía?
Hace ya varios años que las hernias inguinales pueden resolverse a través de una técnica quirúrgica poco invasiva conocida como laparoscopia. Es mucho menos agresiva que técnicas quirúrgicas tradicionales y la recuperación suele ser excelente. Requiere de anestesia general y por ello no produce ningún dolor en el paciente.
Con la laparoscopia se puede corregir el defecto anatómico sin necesidad de abrir la pared abdominal. Además tiene tasas de éxito muy similares a la operación «abierta» y muchos menos efectos secundarios en el corto, medio y largo plazo. También se usa para otro tipo de operaciones como la extirpación de la vesícula biliar, por ejemplo. Si por algo es útil la laparoscopia es por su tasa de recurrencia ya que las posibilidades de volver a que la hernia «vuelva a salirse» son cercanas a cero. Hablando con médicos especialistas laparoscópicos que operan este tipo de hernias inguinales cada semana no hemos encontrado ningún caso de reincidencia usando esta técnica. La laparoscopia está especialmente indicada para protuberancias inguinales bilaterales o para hernias que se han operado ya anteriormente de manera abierta y tienen cicatriz.
Beneficios de la laparoscopia
A grandes rasgos, los beneficios de la técnica laparoscópica son:
– Tres pequeñas incisiones en el abdomen (no más de 1,5 cm cada una) en lugar de una cicatriz mucho más grande mediante la técnica abierta.
– Estancia muy corta en el hospital (en general solo una noche).
– Menor molestia postoperatoria (suele ser una molestia «bastante soportable» durante 2 o 3 días).
– Menor coste.
– No se rompen músculos abdominales en la intervención.
– Reincorporación más rápida a la vida normal.
– Menor tasa de recaídas.
– Igual de segura que las técnicas tradicionales si la realizan unas manos expertas.
– Se reducen las complicaciones por sangrado o infección.
Bien es cierto que en algunas hernias muy grandes es mejor usar el bisturí para tener mejor acceso a la hernia inguinal y poder corregirla. Pero en la mayoría de casos leves y medios, la técnica laparoscopia ofrece amplios beneficios al reducir riesgos y permitir al paciente una más rápida reincorporación a su vida cotidiana.
Como siempre decimos lo ideal es valorar a cada paciente de manera altamente personalizada para ver qué tipo de intervención es más adecuada.
¿Puedo tener dolor después de haberme operado?
Lo normal es que el dolor desaparezca la semana después de la operación. Pero puede durar hasta 6 meses en algunos casos y luego desaparecer. Si dura más de 6 meses estaríamos hablando ya de dolor inguinal crónico en términos médicos.
Una posible complicación de este tipo de operaciones es dolor en la zona herniada aún después de la intervención. Es por ello que el dolor es uno de los parámetros a tener en cuenta para decidir si se realiza la operación o no.
Si se produce dolor severo después de la operación y la causa no es una nueva hernia, podría indicarse una neurectomía laparoscópica si hay algún nervio lesionado que esté produciendo el dolor (nervios iliohipogástrico, ilioinguinal o genitofemoral). Para ello, lo ideal sería diagnosticar previamente con una electromiografía con potenciales evocados de los nervios de la ingle (mapeo por dermatomas). Muchas veces otras pruebas diagnósticas como la resonancia o la ecografía no explican suficientemente la causa de ese dolor.
¿Qué tipo de malla se usa para la operación de las herniaciones inguinales?
Cuando se opera una protuberancia de este tipo se suele colocar una pequeña (según el tamaño de la hernia) malla de prolipropileno para evitar que la hernia vuelva a reproducirse. Es importante que preguntes a tu médico qué tipo de malla te va a colocar. Es algo que va a acompañarte toda tu vida si te realizan esta operación quirúrgica.
Todas las mallas que se usan para reparar herniaciones inguinales no son iguales. Una malla no adecuada puede causar problemas como dolor, obstrucción, extrusión o infecciones recurrentes. Algunas mallas baratas pueden provocar rechazo en el organismo del paciente. Es un «cuerpo extraño» que debe integrarse en tu organismo de la mejor manera posible. Al colocar la malla en el organismo se produce una inflamación lógica, edema y fibrosis. Todo ello derivará en la integración de la malla a nuestro cuerpo.
La mejor malla para hernias inguinales es la que mejor se adapte a cada paciente. Es por ello que el cirujano tendrá que usar aquella de manera individualizada teniendo en cuenta diversos parámetros del paciente y de la propia malla. En general, es mejor una malla más flexible y ligera con poros grandes.
También es importante que sepas cómo van a sujetar la malla. Es decir, cómo van a integrar la malla con tus otros tejidos para que se sujete correctamente. Hay principalmente 2 métodos:
– Puntos de sutura (a veces puede provocar algo de inflamación)
– Adhesivo tisular
¿Qué pasa si no te operas una hernia inguinal?
Pues lo normal es que el propio dolor o la incomodidad estética de tu hernia inguinal te avise de que es hora que pases por el quirófano. Normalmente las hernias inguinales no suelen ser una emergencia quirúrgica (menos del 1% de los casos). La mayoría de los pacientes que se acaban operando es porque sienten que las hernia les limitan. Pero mucha gente convive con su hernia inguinal toda su vida.
Hormonas y vivir con hernias en la zona pélvica-inguinal
Las hormonas esteroideas (cortisol, aldosterona, estrógeno, progesterona y testosterona) tienen mucho que ver con la aparición de distintas herniaciones y debilidad del tejido conectivo. Para evitar su aparición es importante tener un buen balance hormonal. Incluso es posible curar hernias inguinales si se saben muy bien abordar desde este punto de vista (lo que en la práctica nunca se hace). Sería interesante ver los valores de estos marcadores en una analítica de sangre para poder optimizarlos. En realidad este sería el primer abordaje a tratar tanto para prevenir como para evitar que la hernia inguinal vaya a más.
Por ejemplo, demasiado cortisol crea un estado catabólico que debilita tendones, músculos, ligamentos, fascia, etc. Para contrarrestar este tipo de condiciones es importante mantener adecuados niveles de pregnenolona, colágeno, testosterona, vitamina D (con la presencia de calcio reduce la hormona paratiroidea que es catabólica) y DHEA además de no consumir una dieta demasiado rica en fosfatos.
Las hernias inguinales están asociadas en la medicina tradicional china con el frío. Por ello aumentar tu temperatura corporal ayuda en gran medida en la reducción de tu hernia en la ingle.
Este enfoque hormonal sería el ideal para evitar hernias inguinales o para vivir con ellas. Primero solucionar los problemas hormonales y bioquímicos, luego plantearse la cirugía. Pero si los problemas que da la hernia ya son muy grandes, quizás la mejor opción sea la intervención quirúrgica.
Conclusión
Con este artículo pretendo abrirte los ojos acerca de tu hernia inguinal. Más allá de darte consejos si te debes operar. Tú eres el que decides sobre tu vida y tu salud. Yo solo te doy las herramientas para que lo hagas bien. Ahora ya las tienes. Ya puedes poner en tu balanza personal todos los factores, datos e información que has leído hasta aquí. No quiero que nadie decida por ti. Quiero que cojas las riendas de tu vida y tu salud.
Un fuerte abrazo
Verdisa
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